Dr. PHD Luca Gavin

 

De los que no se habla

 

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Primera edición: enero de 2019

 

© Grupo Editorial Insólitas

© Dr. PHD Luca Gavin

 

ISBN: 978-84-17467-85-2

ISBN Digital: 978-84-17467-86-9

 

Difundia Ediciones

Monte Esquinza, 37

28010 Madrid

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IMPRESO EN ESPAÑA - UNIÓN EUROPEA

 

 

Nota del Editor

Este manuscrito fue encontrado, el día 14 de Enero del año 2014, en la habitación 402, del hotel Hilton Cavalieri de Roma y fue entregado por una mucama al manager general de la estructura que decidió ponerlo a disposición de las autoridades.

La historia y el perfil psicológico han sido sometidos a un análisis forense por parte de la Interpol, la FBI y la DEA para tratar de establecer la factibilidad y veracidad de los enunciados.

Con el paso del tiempo la historia se filtra a un congreso de Psiquiatría en la sesión de personalidades antisociales. Por acción de un profesor en la materia el manuscrito viene recuperado y en parte escaneado. El contenido viene referido al editor para su elaboración literaria.

Todo lo que sabemos de este tipo de sujetos, se basa en estudios retrospectivos de los criminales una vez que son capturados y se encuentran tras las barras. Poco se sabe de ellos en su estado libre, siendo este uno de los primeros indicios de cómo piensan mientras forman parte de la sociedad.

Parte del contenido como nombres, lugares y algunos eventos han sido modificados o censurados, para no interferir con la investigación que sigue en curso.

 

 

Nuestra Señora nos mostró un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra. Hundidos en este fuego estaban los demonios y almas, como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas con forma humana, que flotaban en el incendio llevadas por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo, cayendo para todos los lados, semejantes al caer de las chispas en los grandes incendios, sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos de dolor y desesperación, que horrorizaba y hacía temblar de pavor. Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes y negros. Esta visión duró un momento, y gracias a nuestra buena Madre del Cielo, que antes (en la primera aparición) nos había prevenido con la promesa de llevarnos para el cielo. Si así no fuese, creo que habríamos muerto de susto y pavor.

1er Misterio de Fátima - El Infierno

 

 

Nuestros gobernantes tratan de persuadirnos de que altruismo, trabajo duro y auto-sacrificio son virtudes, y que hay un Dios en el cielo que nos juzgará por nuestras faltas. Esto es falso; Dios no existe, y si no fuéramos tales esclavos, desecharíamos estas enseñanzas escolares y dedicaríamos nuestras vidas a la búsqueda del placer.

La única actitud verdaderamente honesta hacia la existencia humana es la de un total egoísmo. El hombre verdaderamente valiente escoge el crimen más que la virtud, porque sabe que la virtud fue inventada por nuestros gobernantes para mantenernos sometidos. Alphonse Donatien de Sade (El Marqués de Sade).

‘El mejor truco que inventó el Diablo fue el de convencer al mundo de que no existía’

Keyser Soze (Kevin Spacey, Película, Los Sospechosos de Siempre, 1995).

 

 

1

Veo mis piernas corriendo apresuradamente sobre un fondo de césped bañado en la mitad de la noche. Siento mi corazón agitado y mi respiración acelerada como de una presa escapando, aferrándose a la vida... Las luces públicas iluminan mi marcha. Hoy, es un día diferente, soy yo la víctima, cosa inusual...

Veo las luces de las balizas de policía que iluminan las siluetas nocturnas y proyectan sombras escalofriantes. Siento las sirenas sonando, optimistas y enajenadas, confiadas en el éxito de su empresa. Numerosos miembros del cuerpo de policía siguen mis desplazamientos armados, y con la ayuda de perros. Hoy la desilusión los acecha; pues no me capturarán. No esta noche.

Trepo la cerca de madera blanca desteñida y resquebrada de un metro y medio que yace en frente mío como una gimnasta olímpica en su acto. La supero con facilidad; caída de 10 perfecto, fácil cuando tu motivación es la sobrevivencia y sigo corriendo cada vez más rápido.

Mis extremidades se suceden con un ritmo vertiginoso y veo un llamativo líquido rojo brillante que tiñe mis ropas. ¿Estoy herida? ¡¡¡Mierda!!! No puedo dejar rastros de mi escape... ¿De qué estoy huyendo y por qué me persiguen?

Todo parece confuso en mi mente, desde hace mucho tiempo. La sangre escurre lentamente bajo mi pecho derecho, y recuerdo un proyectil haberme rozado el tórax. «Espero mi prótesis no se haya dañado», ya no tengo Alberto que pague por mis cirugías.

Diviso unos pastizales que confluyen en mi marcha, y me abalanzo sobre ellos. La pendiente cambia abruptamente y caigo en un río gélido y caudaloso, que en pasado me habría asustado más que mis persecutores. Continuo a sentir disparos, gritos, y maldiciones, y me sumerjo bajo el agua tentando de acallar mi mente. Mantengo mi cuerpo inmóvil, y dejo que la corriente me deslice.

«¡Se tiró al río! ¡Por el río se fue el monstruo!» escucho a lo lejos. ¿Monstruo? ¿No existe el término, Monstrua? ¿Es que no entienden mi labor? Mi tarea es ayudar el planeta, con vuestra aprobación o no. Nunca existió un monstruo tan sexy, si sólo ellos supieran a quien persiguen...

Mi cuerpo flota y se desplaza río abajo, mi pierna derecha choca bajo el agua con un viejo tronco olvidado, que desgarra mi piel. Grito inmediatamente bajo el agua, el dolor es intenso, pero la adrenalina del momento me permite aguantar. Abro los ojos y veo sólo oscuridad y burbujas. Necesito salir de aquí; rápido, si no quiero terminar muerta o en prisión. Trato de coordinar mis respiros con mi capacidad de apnea, cada vez más exigua acaso del extenuante esfuerzo de carrera.

Nado hacia un extremo del torrente que se hace metro a metro más poderoso, logrando aferrar una roca y con todas mis fuerzas consigo asegurar mi postura para evitar seguir desplazándome. Con mi brazo izquierdo aferro las ramas de un árbol que había decidido de ir por un trago nocturno, y para mi suerte sus verdes prolongaciones resisten mi peso y me ayudan a salir de mi líquida trampa. Hoy el karma me favorece. Pero no puedo detenerme.

Siento los perros ladrar a mis espaldas, siento mis persecutores gritando por la radio (en inglés): «¡¡¡Necesitamos refuerzos, el sospechoso está escapando!!!». «¡¡Repito, el presunto asesino de Christopher Denis, se nos escapa!!». Hombre blanco, 40 años, vestido con traje mimético y pasa montañas. Atención a todas las unidades en zona...» ¿Presunto asesino? ¿Hombre blanco? ¿40 años? El locutor deja bastante que desear, la mayor parte de su locuaz contenido resulta errado...

La mayor parte de las investigaciones policíacas, parten de presupuestos condicionados por la estadística. Si la mayoría de los asesinos son hombres blancos de 40 años, entonces que así sea hasta que se demuestre lo contrario. El perfil psicológico del asesino es algo tan predecible y fácil de manipular, han caído como abejas en la miel...

Mejor para ti, ¡¡¡concéntrate perra y escapa!!!

¿Es mi herida superficial o profunda? No es momento de preocuparse de niñerías, después tendrás el tiempo de examinarte...Compórtate como un hombre, al menos eso creen que seas...

Cojeando logro escapar por entre medio de un frondoso bosque que es iluminado solo por una tímida luna que no logra iluminar del todo mi raudo camino. Veo siluetas negras y azules marino por todas partes, que se suceden a mi paso en reverencia, espero sean árboles, o mi escape será frustro.

Diviso a 300 metros las luces de los agentes tratando de localizarme en la oscuridad, los perros continúan a interpretar una sinfonía de ladridos y se escucha a lo lejos un sonido distinto, un nuevo participante en esta ajetreada noche. ¿Un helicóptero?

¡¡¡Mierda!!! A paso de hombre jamás lograré esquivar a uno de esos. Logro divisar al final de la vegetación la presencia de unos rieles del tren. Si tan sólo fuera la hora de su paso...

Hoy es mi día de suerte, el sonido no era aéreo sino de una locomotora que se acercaba.

Corro con todas mis fuerzas, ya nada impresionantes y salto en la parte posterior del tren, acomodándome en la parte inferior cerca de los rieles para evitar cualquier sospecha de los tripulantes. La policía llega algunos segundos luego del paso ferroviario... Menos mal que es un tren de carga, de otra manera habría sido imposible alcanzarlo...

Les dije; hoy no es vuestro día...

¿Cómo se me pudo ocurrir venir a cazar en Estados Unidos? Mis crecientes desafíos me han traído hasta aquí... La he hecho franca en varios países, y este no será la excepción. Mi satisfacción es mayor cuan mayor es la apuesta, y este lugar se corresponde con las ligas mayores en asuntos policíacos. Me cago en tu puta FBI y CIA...

Además me he tardado sólo diez días en lograr mi objetivo, tres muertos, en tres estados diferentes. Pronto me largaré de aquí y no sabrán ni que es lo que ha pasado. Christopher Denis, tercer americano, número 351 en mi lista.

Tomo un gran suspiro de alivio y trato de tranquilizarme un poco y pensar con lucidez. Un poco de meditación hasta tranquilizar mi pulso y mi respiración, no puedo hacerme ver de este modo...

Abro mi mochila y extraigo algunas bolsas ziploc que contienen ropa seca, dinero, kit de medicaciones y un móvil que he robado en los días precedentes. Obvio, no puedo conectarme ni hacer llamados con un aparato mío, ¿no? Sería infantil y estúpido. Cuanto más progresa la tecnología, más fácil es rastrear a las personas. Por eso es que un fugitivo para permanecer encubierto debe mantener los aparatos electrónicos controlados y regresar a tiempos arcaicos con menos parafernalia, tipo Amish.

Ahora, no te me ofendas teléfono, no es nada personal... ¡¡¡Vamos enciende!!! Ok, entonces según el GPS estamos en las cercanías de Nashville y este tren se dirige a Atlanta, ahí cogeré un avión y me largo de aquí. Ha estado demasiado cerca del fin, la emoción ha sido intensa, pero he llegado muy cerca del abismo; esta gente sabe lo que hace. Casi fui capturada, como un delincuente más.

No te engañes a ti misma, tú no eres como los otros, no tienes personalidad múltiple, ni psicosis. No cometes errores, ni tienes baja autoestima. No buscas la aprobación mediante tus actos. Eres distinta; calculadora y detallista. Además, conoces sus métodos y debilidades. Formas parte del universo «de los que no se habla».

Los serial killers representan un porcentaje mínimo en la población, y porcentualmente matan muy poca gente.

Sin embargo, generan gran interés en las comunidades y gran cobertura mediática debido al miedo e inseguridad que siembran. Por otra parte son considerados personas al margen de la sociedad, que se rigen por reglas distintas y por lo mismo dignos de estudio.

Somos como una bendición para la humanidad, ya que representamos el brote de una enfermedad que permite mantener en control el crecimiento de la población. Como los tiburones de la barrera coralina, depredadores que restablecen el balance y mantienen la armonía.

Lamentablemente, cada vez se encuentra más rápido su cura, limitando los efectos benéficos. Las vacunas policíacas son muy efectivas y capaces de controlar nuevos brotes. Los perfiles psicológicos y estudios de personalidad, que por cierto han sido confeccionados gracias a la ayuda de los fracasados de mis pares que han sido capturados, muy a menudo logran orientar y acortar los tiempos de las investigaciones. La mayoría de los asesinos en serie, poseen serias alteraciones mentales, son esclavos de sus deseos, autodidactas y no conocen el sistema policial o legal, son demasiado soberbios, locos, impulsivos y se hacen capturar. Sin embargo un grupo ínfimo, consigue realizar su labor, madurar su crecimiento, evolucionar, mutar y escapar de los patrones característicos, haciéndose resistentes. Este evento es incontrolable, nadie quiere hablarlo o afrontarlo, ya que a los gobiernos les gusta mostrar las amenazas que controlan, y no las que controlan a ellos. El futuro para los nuestros, es la defensa pro activa, o sea estudiar los métodos policíacos, criminología y aprender de nuestros errores pasados. Estar siempre dos o tres pasos al frente, anticipar la sucesión de eventos.

Subo al tren con ropa algo más presentable y sin sangre visible, el vagón acarrea materiales de construcción, y no hay nadie presente a quien importe mi presencia o aspecto. Al fondo veo en un espejo un poco roto y oxidado, la figura de una mujer fuerte, algo musculosa, fría y determinada, nada mal para mi edad. Mis cabellos marrón claro superan mis hombros y mis ojos verdes me recuerdan la nostalgia de la selva de Medellín... Sí, tuve la suerte de iniciar mi misión en América Latina, donde las muertes por narcotráfico hacen difícil seguir los rastros de una asesina en serie. ¡Qué buena escuela!

Labios carnosos, tez mestiza de mujer latina... ¿Dónde estábamos? ¡¡¡Ah!!! Sí mis heridas... Me reviso los pechos, es solo una herida superficial a nivel de mi séptima costilla izquierda, podría haber sido mucho peor... Unos puntos, algunos steri strips y listo. Mi formación como enfermera me permite resolver el inconveniente con facilidad, esto y mucho más.

Me cojo el cabello con un elástico. Higiene de manos con alcohol gel, guantes, gaza, desinfectante, un poco de anestesia, ya que la tengo disponible. Comenzamos... Vicryl 4.0, sutura reabsorbible...

Termino mi medicación, estoy como nueva. Ahora a recuperar el aliento...

A un costado de las bolsas de cemento se halla un vetusto colchón por alguien olvidado, tal vez el lugar donde los maquinistas o tripulantes descansan durante los largos viajes de costa a costa americana. No me preocupa mayormente, esta eventualidad, y finalmente, consigo recostarme y aunque puede resultar difícil creerlo, mi cansancio puede más y duermo profundamente.

 

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February 16th, 2013

Man found dead in his home decapitated

Christopher Denis, 54, French-American was found dead in his home in Nashville decapitated through a single stroke with a sharp instrument. Deputies found otherwise no visible signs of injury elsewhere in the body, and no infraction in the entrance of the house. Neighbors heard strange noises and notified the police officers.The probable weapon used (a machete) was found in the men’s room, but no finger prints where identified so far. Toxicology, DNA tests and full autopsy are currently on course. The violent attacker according to the police profiling is a 40 year old, white male, that could be involved in more than one violent attack as the crime scene appear too organized and certainly was not the first killing of the suspect. The suspect was seen escaping hours after and a spectacular catch race started, that lasted for hours, alarming the population nearby. Nevertheless, his traces where lost in proximity of a railway intersection in Murfreesboro Pike.

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Recorte Diario The Augusta Chronicle

16 de Febrero, 2013

Hombre encontrado muerto en su casa decapitado

Christopher Denis, 54, Franco-Americano fue encontrado muerto en su hogar en Nashville decapitado mediante única estocada con un instrumento afilado. La Fiscalía relata no haber encontrado otras lesiones en el cuerpo ni signos de infracción en la puerta de ingreso a la casa. Los vecinos escucharon ruidos extraños y notificaron a los oficiales de policía. La probable arma del delito (un machete) fue encontrada en la habitación del hombre, sin embargo hasta el momento no han podido ser identificadas huellas digitales. Test de toxicología y DNA además de la autopsia están actualmente en curso...

El violento atacante de acuerdo al profiling de la policía es un hombre blanco de aproximadamente 40 años, que podría estar involucrado en más de un ataque ya que la escena del crimen aparece altamente organizada y por cierto se piensa que no es la primera víctima del sospechoso.

El sujeto fue visto escapando horas después iniciando una espectacular carrera de caza que duraría horas, alarmando a la población de los alrededores. Sin embargo, su pista se perdió en las proximidades de la intersección ferroviaria de Murfreesboro Pike.

 

 

2

Escribo para mí, sin intención que alguien más que yo lea este manuscrito en el futuro. Es mí trofeo que me recuerda mis propios logros. Ostentación y exteriorización no va conmigo, además conlleva un sentido de culpa que no necesito.

Escribo porque es la terapia que mantiene mi lucidez. Ningún psicólogo podría entenderme, ni psiquiatra tratarme, mis casos son incurables, eso sí que lo tengo claro.

Mi primer nombre fue Marisol Rodríguez, mi infancia no fue fácil. Mi madre trabajaba como prostituta en la ciudad de Medellín, Colombia y nunca conocí a mi padre. Yo era la mayor de cuatro hermanos, la única mujer, por eso nunca entendí el por qué fui sólo yo la escogida para entrar en el internado de menores. Tal vez mi madre quería darme un mejor ejemplo, a través de la educación católica en un ambiente algo más rígido y protegido. Además la educación colombiana de la época, sumamente machista, me colocaba en una posición prescindible.

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Ella sabía que no podía cuidar de todos nosotros, el dinero no era suficiente. Percibía su angustia, a pesar de mi temprana edad y sabía que algo estaba por acontecer. Fue así como a los seis años se me presentó la «maravillosa» posibilidad de integrarme de manera temporal al hogar dirigido por el prestigioso párroco, el padre Gianni Braccini. Lo que comenzó como un juego y una oportunidad para conseguir una mejor educación y una posible huida de la pobreza y la prostitución, se manifestó una realidad totalmente diferente, que marcaría para siempre mi vida.

Las aulas del hogar eran amplias con ventanales luminosos y vitreaux con motivos religiosos que daban a cada ambiente un aire sacro incuestionable, fuente de renuevo y perdón.

Aunque no teníamos un historial importante de pecados en esa época, solo al estar ahí nos sentíamos limpias y bendecidas.

El hogar contaba con una sección de niños y niñas de los 5 a los 14 años de edad, los cuales seguían lecciones por separado y solo se reunían en ocasiones especiales como la misa del domingo, y las festividades cristianas.

Mi clase estaba formada por 25 compañeras, aunque mis mejores amigas eran Carla y Sofía.

Las visitas externas eran permitidas sólo una vez por mes, y el único momento de escape lo constituían las vacaciones de invierno y verano.

Las monjas estaban a cargo de nuestra instrucción. Nuestra profesora jefe Sor Teresa, nos explicaba con gran pasión y paciencia las diferentes materias.

Ellas eran todo para nosotras; familia, autoridad, educación y recreo. Era evidente que siendo nuestras únicas referentes adultos con la sociedad, poseían gran poder e influencia.

Las primeras semanas fueron de gran alegría e ilusión; nuevas amigas y actividades, nuevos desafíos. Sin embargo fue al tercer mes de mi estadía en el hogar donde comencé a percibir las irregularidades.

Estábamos en la sala de clases en la hora de religión, cuando Sor Teresa dice: «Carla, te solicita el padre Braccini en su despacho».

Para mí no tenía nada de raro, el director del instituto, «Don Gianni», como lo llamaban todos en el hogar, convocaba indistintamente algunos alumnos para potenciar su fe cristiana o hablar de temas privados. Sin embargo aquella noche, cuando estábamos ya acostadas en nuestros camarotes comunitarios, Carla me reveló su secreto: «Don Gianni me ha tocado y me ha obligado a tocarlo...»

«¿Qué? ¡No es posible, él nunca haría algo así Carla y tú lo sabes! No necesitas mentirme para llamar mi atención, yo soy tu amiga».

«¿Por qué debería mentirte? Espero nunca te escoja, ha sido terrible...»

...»