El emprendedor digital
Herramientas y estrategias para triunfar en el mundo virtual con poco dinero
Primera edición en esta colección: junio de 2014
© Carla Delgado, 2014
© de la presente edición: Plataforma Editorial, 2014
Plataforma Editorial
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Depósito legal: B. 12878-2014
ISBN: 978-84-16096-52-7
Idea de portada: Carla Delgado
Diseño de cubierta y composición: Grafime
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A mis padres. Gracias por permitirme ser.
Hace ya bastantes años, bajando en un ascensor con mi padre, le planteé la pregunta: «¿Qué se puede hacer en la vida, aparte de estudiar, encontrar un trabajo, tener una pareja y tener hijos?». Mi padre me respondió: «Como no quieras irte a una isla desierta a vivir, no sé qué otra cosa puedes hacer».
Aunque me dio una alternativa, esa respuesta no me contentó. Sabía que en la vida se podían hacer las cosas de otra forma sin necesidad de estar rodeada de cocos. No encontraba sentido a pasar gran parte de la vida en un trabajo con la única finalidad de sobrevivir, de imitar lo que las generaciones anteriores habían hecho.
Veinte años después, me encuentro escribiendo este libro y tratando de dar una respuesta a esa pregunta que un día le planteé a mi padre y que no me supo responder.
Hoy he descubierto que para elegir un camino diferente no es cuestión de irse a una isla desierta, sino de añadir un elemento que yo no encontraba en aquellas vidas tradicionales: el entusiasmo por hacer lo que te apasiona porque eso da sentido a tu existencia.
Las empresas están llenas de personas que odian sus puestos de trabajo. Que no les motiva más que conseguir un sueldo a fin de mes. El ser humano ha perdido su esencia, porque ha perdido su sentido en la vida.
Encontrar nuestro propósito interno, desarrollar nuestro talento y contribuir al mundo. Estas tendrían que ser las máximas por las que deberíamos mover la sociedad, las empresas y las escuelas.
Mi verdadero propósito es despertar el potencial interno de las personas y ayudarlas a expresarlo al mundo. Aprovechar las tecnologías como canal de comunicación para potenciar nuestro talento y ofrecer aquello en lo que somos expertos o nos apasiona.
Cada ser humano es único y alberga un potencial infinito dentro de sí mismo. Escondemos talentos y posibilidades inimaginables. Y el mundo se merece algo mejor.
Si hemos alcanzado tal nivel de crisis mundial, no es más que un indicativo de que no estábamos yendo por buen camino. Es una buena oportunidad para analizar dónde nos encontramos y rediseñar una nueva ruta.
En las últimas décadas hemos vivido en una sociedad en la que le hemos puesto precio a todo. Incluso a las personas. En la que en las empresas, la reducción de costes prima por encima de la dignidad, y el éxito solo se mide en beneficios y dividendos.
El talento y la creatividad se han dejado a un lado para convertir a los seres humanos en cadenas de producción y rentabilidad.
Hemos avanzado en las tecnologías y en la ciencia, pero, sin embargo, hemos reducido nuestros valores humanos.
No podemos evolucionar tecnológicamente sin elevar nuestra conciencia. Tenemos que ser capaces de reconocer el verdadero valor del ser humano.
Para poder recobrar el sentido de nuestra existencia y vivir en un mundo con más sentido, tenemos que recuperar nuestra capacidad de asombro, la capacidad de apasionarnos con algo y, sobre todo, la necesidad de contribuir al mundo con nuestros talentos internos.
Tenemos que dejar a un lado buscar solo la rentabilidad, dejar los objetivos económicos en stand-by y poner como máxima prioridad hacer cosas que nos apasionen y que estén alineadas con lo que somos y con lo que sentimos.
El viejo modelo de la era industrial deja paso a la era del talento. Las nuevas tecnologías deben aprovecharse para desarrollar nuestro talento en vez de convertir a los seres humanos en simples máquinas de producción.
Con el estallido de internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías, ha surgido un furor por estar en la red. Por querer tener el último modelo de smartphone y por almacenar ingentes cantidades de amigos, seguidores y suscriptores en los diferentes perfiles sociales.
Los que ayer se dedicaban a cualquier cosa hoy son posiblemente community managers o hablan de redes sociales. Y sobre todo, cada vez que navego por internet me resuena constantemente la palabra «más»: vender más, tener más seguidores, tener más presencia, más, más, más…
Pero realmente ¿«tener o ser más» es la clave de la evolución? Parece que el ser humano tiene que adaptarse a las nuevas tendencias si no quiere quedarse fuera, pero ¿quién está al servicio de quién? ¿El hombre de la tecnología o la tecnología del hombre?
Creo que debemos volver al verdadero propósito de todos estos avances y recobrar un sentido más elevado que el consumismo o el cambio por el cambio.
Debemos centrarnos en encontrar nuestro propósito interno, aquello que nos hace vibrar, y entonces hacer uso de todas esas nuevas tecnologías para transmitir nuestros talentos y conocimientos al mundo.
Mi propósito con este libro es darte una nueva perspectiva y enseñarte cómo puedes ofrecer tus habilidades y convertirlas en una fuente de ingresos usando internet para poder dedicar tu tiempo solo a aquellas cosas que te apasionan.