1 Damiani, Rolando, All’apparir del vero. Vita di Giacomo Leopardi, Mondadori, Milán 2002.

2 Leopardi. La vita e le lettere, ed. de Nico Naldini, Garzanti, Milán, 2014. Se reedita debido al éxito de la fantástica película de Mario Martone, «Il giovane favoloso».

3 Ranieri, Antonio, Sette anni di sodalizio con Giacomo Leopardi, ed. de Raffaella Bertazzoli, Mursia, 1995.

4 Urraro, Raffaele, Giacomo Leopardi, Le donne, gli amori, Olschki ed., Florencia 2008.

5Citati, Pietro, Leopardi, Oscar, Mondadori, Milán, 2015.

6 Ultimo canto de Safo: «virtud no brilla en deslucido manto». L.G., Cantos ed. bilingüe de Nieves Muñiz Muñiz, Cátedra, Madrid, 2009, 2ª ed.

7 Fubini, Mario, Giacomo Leopardi, Canti, Loescher, editor, Turín, 1995.

8 Prieto, Antonio, Maestros italianos. Tomo II. U. Foscolo, A.Manzoni, G. Leopardi, Planeta, Barcelona, 1971. Y Aproximaciones a Foscolo, Leopardi (Iluminaciones), Renacimiento, Sevilla, 2010.

9 Anota Citati, op. cit., El Passero solitario pertenece a una especie especial de pájaros que los diccionarios definen: «pájaro de color azul cobalto y de canto extremadamente melodioso, prefiere los espacios desiertos y rocosos, las ruinas y los viejos techos. Tienen el hábito de colocar su nido en la cima de un torre aislada o sobre la cima de un árbol grande casi siempre cerca de una torre. El macho, por horas y horas entona un canto ininterrumpido». Fuentes: Salmo de la Biblia 102,7 y un soneto de Petrarca (texto 226 del Canzoniere). Muñiz lo traduce por pájaro, mientras Antonio Colinas por gorrión.

10 El gorrión solitario. «Desde la punta de la antigua torre/ gorrión solitario, a la campiña/ vas cantando hasta que muere el día;/ y por el valle vaga la armonía».

11 Ib. «¡Ay, cuanto se parecen/tu costumbre a la mía! Risa y gozo, / de la primera edad dulce familia,/ y de la juventud, amor, hermano,/ suspiro triste de pasados días,/ no sé por qué no me preocupo. Es más, de ellos/ me alejo cuanto puedo./Casi como eremita y extraño/ a mi lugar nativo,/ paso la primavera de mi vida».

12 Zib. 2 de diciembre de 1828. Citado por Fubini y por Muñiz.

13 El gorrión solitario. «Tú, solitario pájaro, en la noche/ del vivir que te otorgan las estrellas,/ en verdad no te dolerás/ de tu existencia; pues de natura es fruto/ cada deseo vuestro.// Pero si de la vejez/ el odiado umbral/ no puedo evitar,/ cuando mis ojos sean mudos al corazón ajeno,/ y halle vacío el mundo, y el futuro/ más aburrido y triste que el presente,/ ¿qué será del deseo?,/ ¿qué será de estos años, de mí mismo?/ Ay, me arrepentiré, y frecuentemente,/ pero desconsolado, hacia atrás volveré mis ojos.

14 El Infinito. «Siempre caro me fue este yermo cerro// y naufragar me es dulce en este mar».

15 Blasucci, Luigi, I tempi dei «Canti», Einaudi, Turín, 1996.

16 El Infinito. Asi que, entre esta/ inmensidad, mi pensamiento anego, y naufragar me es dulce en este mar».

17 Calvino, Italo, Seis propuestas para el último milenio, Siruela, Madrid, 2012.

18 Zib. 13-23 de julio de 1820. (trad. de Nieves Muñiz). Citado por Fubini.

19 La noche del día de fiesta. «Dulce y clara es la noche y sin viento./Y en medio de los huertos, apacible/sobre los tejados, se halla la luna/ que ilumina, serena, de lejos, las montañas».

20 Peruzzi, Emilio, Studi leopardiani, I, «La sera del dí di festa», Olschki editore, Florencia, 1979. Analiza el oimé de la redacción de 1820 y su posterior sustitución por dolce.

21 La noche del día de fiesta: «ya no sabes ni piensas en la llaga/ que abriste en mi pecho».

22 Ib. «Sumida en dulce sueño/ descansas en tus tranquilas estancias./ Y no te afligen las preocupaciones,/ya no sabes ni piensas en la llaga/ que abriste en mi pecho. Duermes ...».

23 Ib. «El día ha sido solemne y de tus dichosos/ pasatiempos reposa. Y acaso, en sueños/ recuerdas a cuantos hoy has agradado/ y te han agradado: no yo, no ya que espere/ acudir a tu mente».

24 Ib. «Duermes/ mientras que yo me asomo a saludar/ este cielo tan dulce a la mirada,/ y a la antigua naturaleza omnipotente/ que me llevó al pesar».

25 Ib. «Y cuando me pregunto/ por la existencia que me queda, grito/, me arrojo y tiemblo aquí, en el suelo./¡ Oh días horribles de la joven edad!».

26 Ib. «Y el corazón se oprime duramente/ pensando cómo va pasando el mundo/ sin dejar casi huella».

27 Ib. «¿Dónde la voz/ de los pueblos antiguos? ¿Dónde la llamada/ de los antepasados y el gran imperio aquel/ de Roma».

28 Ib. «Todo es paz y silencio, y calla el mundo,/ y nunca más de ello se razona».

29 Ib. «Ay, por la calle, no lejos oigo/ del artesano el canto solitario, (...)».

30 Calvino, Italo, ob.cit.

31 Canto nocturno de un pastor errante de Asia. «¿Dime, oh luna, qué vale/ a ese pastor su vida, vuestra vida/ a vosotras? ¿Dónde tiende/ este mi vagar breve,/ y tu curso inmortal?».

32 Ib. «esta vida terrena,/el sufrir nuestro y suspirar qué sean;/ qué son este morir (...)».

33 Blasucci, Luigi, I titoli dei «Canti» e altri studi leopardiani (Testi e studi leopardiani), Marsilio, 2011.

34 «Preambolo» a la reedición de las Annotazioni en el «Nuevo Ricoglitore» de Milán, septiembre a noviembre 1825. Citado por Blasucci op. cit.

35 A la luna. «Oh graciosa luna - oh amada luna».

36 Blasucci, Luigi, I tempi dei «Canti». Nuovi studi leopardiani, Einaudi, Turín, 1996.

37 A la luna. «Y aún me agrada el recuerdo, y el contar/ los años de mi dolor».

38 Zib. 12 de julio de 1820. Remito a las páginas 245-246, preliminares a El Infinito, donde la profesora Muñiz incorpora, porque lo «cree conveniente», fragmentos fundamentales de la poética leopardiana: I) la poética de lo «vago» e «indeterminado»; II) la identidad entre lo indefinido y lo infinito; III) la «teoría del placer»; IV) el concepto de imaginación como espacio ilimitado; V) la complementariedad entre lo infinito y lo circunscrito; VI) la correlación entre infinito y caducidad.

39 Leopardi, Giacomo, Zibaldone di pensieri, (Nuova edizione temática condotta sugli indici leopardiani) edición de Cacciapuoti, Fabiana, con un Preludio di Prete, Antonio, Biblioteca Donizelli, Roma, 2014.

40 Santagata, Marco, Il tramonto della luna e altri studi su Foscolo e Leopardi, Liguori Editore, Nápoles, 2004.

41 Lettera a Paolina, 2 de mayo 1828.

42 Fubini, Mario, ob.cit.

43 A Silvia. «Silvia, ¿recuerdas todavía/ aquel tiempo de tu vida mortal,/ cuando brillaba la belleza/ en tus ojos risueños/, fugitivos,/ y tu cruzabas pensativa, alegre,/ el umbral de la juventud?».

44 «Resonaban las tranquilas/ estancias y las calles de alrededor/ con tu perpetuo canto/ cuando, atenta a labores femeninas,/ te sentabas dichosa/ del bello porvenir que imaginabas».

45 «Yo dejaba, a veces,/ los amados estudios, arduas páginas/ de mi primera edad,/ y de mí se agotaba lo mejor. (...) escuchaba el acento de tu voz,/(...) Sereno veía el cielo, (...)Lengua mortal no puede/ decir lo que sentía en mi pecho».

46 «Morías, tierno amor (...) Y ni pudiste/ ver la flor de tus años».

47 «Tambien pronto murió/ mi esperanza tan dulce, y a mi vida/ también negó el destino/ la juventud».

48 Citati, Pietro, op. cit.

49 Zib. 30 de junio de 1828. Cit. por Fubini. Trad. de Muñiz.

50 Gioanola, Elio, Leopardi. La malinconia, Jaca Book, Milán, 2015.

51 Los recuerdos. «Mas rápida has pasado/ y tu vida ha sido como un sueño./ Danzabas y en tu frente la alegría/ brillaba, y en tus ojos había siempre/ secreto imaginar, aquella luz/ de juventud que apagara el destino, / y yaciste». (...) y digo: «Oh Nerina, ya no vuelve/ la primavera ni vuelve el amor».

52 Binni, Walter, La nuova poética leopardiana, Sansoni, Florencia, 1947.

53 Cfr. Ladrón de Guevara Mellado, Pedro Luis, Leopardi en los poetas españoles, Huerga & Fierro eds. Madrid, 2005. Mentre nel mondo si favelli o scriva. Giacomo Leopardi. En el II Centenario de su nacimiento (1798-1998), Madrid. Giacomo Leopardi. Poesías, trad. de Miguel Romero Martínez. Introduccion de Gabriele Morelli, Renacimiento, 2013. Giacomo Leopardi. Poesia, pensiero, ricezione. Atti del convegno internazionale di Barcellona (5-7- marzo, 1998) ed. de Muñiz Muñiz, Mª de las Nieves, Insula, 2000.

54 Bigi, E., Ideologia e passione nei canti di Aspasia, Poesía e critica tra fine Settecento e primo Ottocento, Cisalpino-Goliardica, Milán, 1986.

55 Natale, Massimo, Il canto delle idee. Leopardi fra «Pensiero dominante» e «Aspasia», Marsilio Editori, Venecia, 2009.

56 Prete, Antonio, Il pensiero poetante. Saggio su Leopardi. Milán, Feltrinelli, 1996.

57 Coriasso Martin-Posadillo, Cristina, La canción «Alla sua donna»: el platonismo paradógico de Giacomo Leopardi, en «Cuadernos de Filología Italiana», vol.14, pp. 117-132.

58 A su dama. «Cara beldad que amor/ lejos me inspiras».

59 «Pero nada existe en este suelo/ que a ti se te asemeje, y si lo hubiese/ y en el rostro, los actos, las palabras,/ te igualase, sería menos bello».

60 Blasucci, Luigi, Alla sua donna en Letture leopardiane, ed. de M. dell’Aquila, Fondazione Piazzola, Roma, 1993.

61 Pensieri, LXXXII.

62 A sí mismo. «Ahora descnsarás por siempre,/ mi cansado corazón. Murió el postrer engaño/ que eterno creí. Murió. Bien siento/ en nosotros de los amados engaños/ no sólo la esperanza sino el deseo extinto/.Reposa para siempre. Bastante/ has palpitado. No valen cosa alguna/ tus impulsos, ni es digna de suspiros la tierra».

63 Aspasia. «Ante mi pensamiento vuelve a veces,/ Aspasia, tu semblante».

64 «Rayo divino pareció a mi mente/ tu belleza mujer.(...) Se figura/ el herido mortal así a la hija/ de su mente, que es la amorosa idea/(...) Mas conociendo el cambio y el error/ se llena de ira».

65 «de mí olvidado».

66 «porque a ti no te amé, sino a la Diosa».

67 «y me consuela que, sobre la hierba,/ yaciendo admiré inmóvil, deseoso,/ el mar, la tierra, el cielo, y que sonreía».

68 La retama o la flor del desierto. Cfr. Muñiz Muñiz, Maria de las Nieves, Leopardi in Spagna: Pensiero/Poesía e Ricezione, págs. 273-294 en op. cit. Actas del Congreso en Barcelona. Cfr. «El leopardismo de Unamuno y su traducción de La ginestra».

69 Fubini, op. cit.

70 Gioanola, Elio, op. cit.

71 La retama. «Aquí, sobre el árido lomo/ del formidable monte,/ exterminador Vesubio/ al que ni flor, ni árbol alegra,/ tu matorral, solitario, en torno esparces,/ olorosa retama,/ contenta de los desiertos. Y te he visto/ hermosear con tus tallos estos yermos espacios/ (...) y del perdido imperio (...) recuerdo al pasajero./ Vuelvo a verte en este suelo (...)envías/ a los cielos dulcísimo perfume/ que al desierto consuela».

72 Muñiz, Mª de las Nieves, op. cit. Nota, p. 929.

73 La retama. «y vea/ cuánto de nuestro género cuida/ amante la natura.(...) la dura nodriza, cuando menos teme,/ con leve movimiento, anula,/(...) aniquilar del todo».

74 «Venga quien exaltar con alabanzas/ suele el humano estado».

75 «siglo soberbio, estúpido» .

76 Zib. 2 de enero de 1829.

77 Panicara, Vittorio, La nuova poesía di Giacomo Leopardi. Una lettura critica della ‘Ginestra’, Olschi Editore, 1997.

78 La retama. «Muchas veces en estas laderas/(...) me siento por la noche; y sobre este triste llano,/ en el azul purísimo/ contemplo el llamear de las estrellas».

79 «grano de arena que se llama tierra».

80 Canto notturno di un pastore errante dell’Asia, último canto de los pisano-recanatenses, fechado entre el 22 de octubre de 1829 y el 9 de abril 1839. La ginestra o il fiore del deserto se publica póstumo en 1845 a cargo de Ranieri, según el deseo de Leopardi.

81 «Y tú, lenta retama/ que de aromados matorrales/ adornas estos campos despojados,/ pronto a la cruel potencia/ sucumbirás (...) Y doblarás (...) tu inocente cabeza».

82 L. Giussani, Qui e ora (1984-1985), Bur, Milán, 2009, pp. 209-210 (traducción propia).

83 L. Giussani, ¿Se puede vivir así? Un acercamiento extraño a la existencia cristiana, Ed. Encuentro, Madrid, 2008, p. 224.

84 L. Giussani, Si può (veramente?¡) vivere cosí?, Bur, Milán, 1996, p. 284 (traducción propia).

85 L. Giussani, El atractivo de Jesucristo, Ed. Encuentro, Madrid, 2000, p. 207.

86 L. Giussani, El hombre y su destino. En camino, Ed. Encuentro, Madrid 2003, p. 55.

87 L. Giussani, Los orígenes de la pretensión cristiana, Ed. Encuentro, Madrid, 1991, p. 9.

88 L. Giussani, Si può (veramente?!) vivere così?, Bur, Milán, 1996, p. 284 (traducción propia).

89 Ib., pp. 61-62 (traducción propia).

90 Cf. A. Savorana, Luigi Giussani: su vida, Ed. Encuentro, Madrid, 2015, p. 62.

91 L. Giussani, Una coscienza religiosa di fronte a Giacomo Leopardi, Milán, 1984, pro manuscripto, citado in A. Savorana, Luigi Giussani: su vida, Ed. Encuentro, Madrid, 2015, p. 63.

92 L. Giussani, «Tu» (o dell’amicizia), Bur, Milán, 1997, p. 36 (traducción propia).

93 Cfr. Comentario de don Giussani a la pieza de piano «La gota», de F. Chopin: «cuando un hombre advierte esa nota [que se repite constantemente], es como si lo demás quedase al margen [...] y el yo, de principio a fin, está atravesado continuamente por ese sentimiento dominante. [...] Cuando uno cae en la cuenta de esa nota no la pierde más, no puede ya perderla: permanece como una idea fija, pero es la fijación que tiene el sabio, el sapiente, el inteligente. Es la idea fija que tiene el hombre: el deseo de felicidad» (Giussani, Luigi, La nota de la vida, en Chopin, Fryderyk, Brani scelti. Piano: Nikita Magaloff. Spirto Gentil 10. Philips, 1999 [CD-Audio + folleto]).

94 L. Giussani, «Tu» (o dell’amicizia), op. cit., p. 36 (traducción propia).

95 L. Giussani, El sentido religioso, Ed. Encuentro, Madrid, 2008, p. 85.

96 San Agustín, Confesiones, I, 1, 1.

97 L. Giussani, El atractivo de Jesucristo, Ed. Encuentro, Madrid, 2000, p. 207.

98 L. Giussani, Una coscienza religiosa di fronte a Giacomo Leopardi, pro manuscripto, cit., (traducción propia).

99 L. Giussani, De un temperamento, un método, Ed. Encuentro, Madrid, 2008, p. 168.

100 L. Giussani, Mis lecturas, Ed. Encuentro, Madrid, 2005, pp. 11-12.

101 L. Giussani, Educar es un riesgo, Ed. Encuentro, Madrid, 2006, p. 119.

102 L. Giussani, «Tu» (o dell’amicizia), op. cit., p. 43 (traducción propia).

103 Cfr. El diálogo con un grupo de Mémores, titulado «¿Por qué se me da esta humanidad?», en L. Giussani, Afecto y morada, Ed. Encuentro, Madrid, 2004, pp. 34-53.

104 «Para mí todo ocurrió como la sorpresa de un ‘bello día’, cuando un profesor de primero de Bachillerato —tenía quince años— leyó y explicó la primera página del Evangelio de san Juan» (L. Giussani, L’avvenimento cristiano. Uomo Chiesa Mondo, Bur, Milano 1993, p. 31) (traducción propia).

105 L. Giussani, Educar es un riesgo, op. cit., p. 28.

106 Gaetano Corti apreciaba mucho al joven seminarista, que además era un excelente estudiante. Apenas ordenado sacerdote, don Giussani debía ir a menudo a Milán, al seminario, para seguir a un grupo de estudiantes que tenían necesidad de apoyo académico. Cuando llegaba por la noche, cansado, Gaetano Corti lo esperaba y tocaba para él, en la sala de profesores, la 5ª sonata de Beethoven. Cfr. A. Savorana, Luigi Giussani: su vida, Ed. Encuentro, Madrid, 2015, pp. 84-88.

107 En una entrevista, a la pregunta: «¿Qué personas y qué lecturas han determinado aquello que usted es?», don Giussani responde así: «Mis maestros han sido ante todo los docentes de la escuela teológica de Venegono, como el cardenal Giovanni Colombo, monseñor Carlo Colombo y monseñor Gaetano Corti. Como lecturas, las obras del cardenal Newman y de Romano Guardini» (L. Giussani, Riconoscere una presenza, San Paolo, Cinisello Balsamo 1997, p. 124) (traducción propia). Cf. A. Savorana, Luigi Giussani: su vida, Ed. Encuentro, Madrid, 2015, pp. 81-100.

108 L. Giussani, Si può (veramente?!) vivere così?, cit., pp. 134-135 (traducción propia).

109 L. Giussani, Los jóvenes y el ideal. El desafío de la realidad, Ed. Encuentro, Madrid, 1995, p. 19.

110 D. Alighieri, Vita nuova, I.

111 L. Giussani, Mis lecturas, op. cit. p. 30.

112 L. Giussani, Educar es un riesgo, op. cit., p. 28.

113 L. Giussani, «Tu» (o dell’amicizia), op. cit., pp. 35-36 (traducción propia).

114 «¿De qué es ausencia esta ausencia, / corazón, / que en un instante / estás lleno de ella? / ¿de qué?» (M. Luzi, «Di che è mancanza», en Sotto specie umana, Garzanti, Milán, 1999, p. 190) (traducción propia).

115 L. Giussani, Afecto y morada, op. cit., p. 47.

116 Carta del 9 de enero de 1946, en L. Giussani, Cartas de fe y de amistad, Ed. Encuentro, Madrid, 2010, p. 53.

117 Carta del 21 de diciembre de 1946, en L. Giussani, Cartas de fe y de amistad, op. cit., p. 63.

118 A. Savorana, Luigi Giussani: su vida, Ed. Encuentro, Madrid, 2015, pp. 106-108. El artículo original se publicó en el número 5 de la revista, año II, del 31 de agosto de 1941.

119 L. Giussani, ¿Se puede vivir así?, op. cit., p. 169.

120 L. Giussani, La coscienza religiosa nell’uomo moderno, Centro Cultural «Jacques Maritain», pro manuscripto, Chieti, 1986, p. 15 (traducción propia).

121 A. Savorana, Luigi Giussani: su vida, Ed. Encuentro, Madrid, 2015, p. 62.

Giacomo Leopardi

Cantos seleccionados

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