Para Fernando, que nunca se vea en estos cristales
Para mis compañeros del Centro Hermanos Loynaz, alegres reflejos
Para Eldys, que aleja las sombras
Hipopótamo vio una gran sonrisa
durante una incursión en internet;
la ha impreso, la ha colgado en la pared
y para hallarla ha abierto una pesquisa.
Sueña con su admirada y en la red
se sumerge a diario, tiene prisa
por contarle su amor, pues le precisa
saber si será mutua tanta sed.
Por fin una señal: vive en el río,
junto al remanso de la mejorana,
y allá corre el amante, con tal brío,
que abre un nuevo camino en la sabana;
pero al verla es peor su desvarío.
¿Qué hacer?, es tan pequeña… ¡Es una rana!
Si confías a internet hallar pareja,
acepta el resultado sin dar queja.