Carlos O. Hernández C.
Cuando el silencio se va
Diario de un corazón
Primera edición: mayo de 2018
© Grupo Editorial Insólitas
© Carlos O. Hernández C.
ISBN: 978-84-17467-06-7
ISBN Digital: 978-84-17467-07-4
Difundia Ediciones
Monte Esquinza, 37
28010 Madrid
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IMPRESO EN ESPAÑA - UNIÓN EUROPEA
¿Y sí lo intentas? —me dije.
—Y en el intento perdí […]
—pero en la experiencia aprendí…
Y miré al cielo pidiendo respuestas, y llegaste tú…
—Carlos O Hernández C.
Índice
AGRADECIMIENTOS
RECOMENDACIONES PARA EL LECTOR
PRÓLOGO
VOCES DEL SILENCIO
Me di cuenta…
Me encontré…
Soy
El Amor es:
Tus Brazos
Que Será…
Tú, Mi Respuesta…
Contigo Aprendí
Una Mirada
Sólo bastó…
Hay Miradas…
El Amor Más Puro.
Acepto
¡YA NO MÁS!
¡Ya No Más!
ESTÁ OCUPADO
Está Ocupado
Buscando Tu Rostro…
Amé de ti…
El Problema
Dejarte de Pensar…
Yo sólo quería…
10 de Febrero
Sálvate tú
Eterno Martes
Me Doy Cuenta…
NUEVA ESPERANZA
La Carta que Leeremos Juntos
Pensándote…
El Arte de Amar
Últimas Palabras
Pudimos Con Todo
Esperanza
Te Miré…
A la Orilla del Mar
Cuando te Pienso…
Nueva esperanza
Anexo:
Gracias
AGRADECIMIENTOS
El contenido de éste libro fue tomado con base a todo lo vivido, y con referencia a todas las personas que me han permitido cruzarme en su camino.
¡Gracias por compartir vida conmigo! ¡Gracias por abrir su corazón y confiar en mí!
Y de modo muy especial, a toda mi familia; a mi Mamá y a mi Papá que tanto los amo, a mis hermanos que han sido luz en mi camino y a mis tres motores más grandes de mi vida mis Sobrinas, que en conjunto son lo más valioso que tengo han sido mi regalo perfecto. ¡Gracias! Agradezco también, a todas mis amistades, ya que sin ustedes éste libro no hubiera sido posible.
A:
Flora Martínez
Hugo Pablo Vázquez (fms)
Héctor Dessavre (fms)
Luis René Reynoso (fms)
Laura Gracia y Adriana Fernández
Cristian Romero y Fernanda Islas
Ismael Muñoz y Genaro Cisneros
Angélica García R. y Juan Hernández
También agradezco a todos (as) mis compañeros (as) de la Universidad Marista de Guadalajara y a la Coordª Beatriz Oceguera. –Y al Doctor […] que sin más, me dejo abandonado en la ilusión, pero gracias a él, comprendí lo que era sentirse vivo y a luchar por lo que realmente vale la pena, ¡la vida!
En especial a ti Tolentino, gracias por llegar a mi vida, gracias por enseñarme que aún es posible confiar en el amor, en la amistad y en las personas, ¡GRACIAS!
Y por último; ¡Gracias!, gracias por llenarme de tanta alegría, gracias por estar conmigo en los momentos más difíciles, gracias por sus palabras de aliento que tanto me animaron a seguir luchando en la vida. ¡Gracias a todos(a)!
RECOMENDACIONES PARA EL LECTOR
Gracias por leerme, gracias por tomar éste libro entre miles que seguramente son mejores, gracias por llevarme de la mano a diferentes puntos de la ciudad, gracias por confiar en que mis reflexiones y/o experiencias pueden impactar en tu vida. ¡Gracias!
Permíteme hacerte una recomendación, quizá haya reflexiones que no las entendidas a la primera, ya que me he valido de metáforas que me permitan expresar más mi persona, de modo que; pueda describir en cada renglón lo que hay dentro de mi ser–, sólo quiero que llegues más allá de lo que lees, que no te quedes a medias, quiero que tu mente vuele, sueñe, sienta, imagine y sobre todo; que conectes con tu experiencia más profunda de vida, y es por ello que te recomiendo que te des la oportunidad de leerlas dos veces o las que tu consideres necesarias.
¡Ojalá! Que mi libro pueda ser clave para tu vida… ¡ojalá! Un día nos crucemos por la calle y me expreses todo aquello que te dejo éste libro…
¡Gracias!
Vive, disfruta y ama...
PRÓLOGO
“Cuando el silencio se va”, sólo queda escribir en el “Diario del Corazón”… nombre que se le ha puesto a este libro, por una razón muy sencilla pero profunda. El silencio, que muchas veces llega a invadir la mente y todos los sentidos. “Un silencio que atrapa al corazón con los ecos del pasado”, de un pasado, lastimado, herido por las sombras de la ilusión…
Dentro del silencio, se experimentan diferentes sensaciones, emociones y sentimientos, que se van entrelazando con los procesos de vida– lo que se va sintiendo día a día conforme a los signos de los tiempos. Dentro de nuestro caminar, seguramente hemos sentido y vivido un sinfín de experiencias, que se han quedado grabadas en lo más profundo de nuestras emociones; experiencias, que traen consigo a personas que han sido clave en nuestra vida […]
El silencio, como el autor lo narra, –se le ha presentado como el “nacimiento y el resurgir de la vida”, –silencios car gados– de luz, paz y armonía, silencios que se llenaron de esperanza y de refugio, sin duda una de las experiencias más bellas donde se puede sentir un corazón ligero; un corazón lleno de mansedumbre, sin embargo, en ésta ocasión, el silencio rompió con lo que antes había sentido, ya que dentro de el, el autor experimentó lo que era el dolor, la tristeza y la desesperación, –de una ilusión sujetada de la incertidumbre, es por ello, que aún “espera la fragancia de una nueva flor que iluminé nuevamente su vida”.
Dentro del silencio, se desprendió de él “la lluvia que enjuaga el alma” y la “brisa que destiñe el corazón”. Un silencio, le valió para perderse en las más íntimas ilusiones de lo desconocido, un silencio le sirvió para conocer sus más íntimos deseos del alma, –ésta bella experiencia que durante el mes de octubre hace teñir de rosa el cielo de Zapopan, lugar que le valió de escenario para expresar sus más íntimas pasiones de vida –de amor […] (palabras del autor).
“Las voces del corazón”, son aquellas que lo han acompañado durante los meses más fríos del año, meses atípicos, meses fríos, sombríos y fúnebres; un frío que erizaba el corazón y congelaba los latidos, un frío que le hacía salir a la calle con el corazón en ascuas, en búsqueda, de un rostro ajeno a sus sentidos, un rostro que tiñó sus ojos de esperanza, esperanza que quedó colgada en un teléfono vació y muerto ante la espera de aquella voz que prometió que volvería; voz que se ha escarnecido dentro de sus sentimientos, –Voz que ante la espera de aquel martes de mayo se ha quedado desnuda ante el cambio del tiempo […] Dicha experiencia el autor lo narra con la siguiente metáfora; “Como un otoño eterno, que transita por las veredas del alma para brindarme la oportunidad de discernir, de desaprender, de renovar mi espíritu y de comenzar a llenarme de cosas que realmente sean edificantes para mi vida”. Todo éste silencio le valió para eso–días que se vestían de paz, de espiritualidad, de tranquilidad, de ascetismo y de contemplación.
El silencio invita al cambio y a la conversión –a salir de nuestro propio yo…