Edición: Enid Vian
Diseño interior y de cubierta: Carlos Javier Solís Méndez
Corrección: Aida Elena Rodríguez Reiner
Composición computarizada: Irina Borrero Kindelán
Conversión a ebook: Alejandro Villar Saavedra
© Jesús Guanche Pérez, 2016
© Sobre la presente edición:
Editorial de Ciencias Sociales, 2018
ISBN 978-959-06-2052-2
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Este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo de un grupo de colegas y amigos que en todo momento prestaron gran interés por el tema y contribuyeron con imágenes aún inéditas, recursos e ideas. Son ellos: Miguel Barnet, María Teresa Linares y José Matos, de la Fundación Fernando Ortiz; Luis Beltrán, de la Universidad de Alcalá de Henares; Araceli García Carranza y todo el grupo de la Colección Cubana de la Biblioteca Nacional José Martí; Gabino La Rosa, del Instituto Cubano de Antropología; Manuel Rivero de la Calle, de la Universidad de La Habana; Denni Blum, de la Universidad de Texas; Marc Blanchard, de la Universidad Davis de California; Elsa Almaguer Andreu, del Archivo Histórico de Santiago de Cuba; Carlos Guanche, de la Asociación Nacional del Ciego; Roger Arrazcaeta Delgado, del Gabinete Arqueológico de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana; José Olmedo Soteras, del Museo Bacardí en Santiago de Cuba; José Valero Salas, de la Universidad de Zaragoza; y Enid Vian, quien realizó un esmerado trabajo editorial.
La trata esclavista moderna marcó, con toda la profundidad imaginable, la vida económica y sociocultural de Cuba en los primeros tres siglos y medio de existencia histórica como parte de su condición colonial. La esclavitud y sus secuelas trascienden de múltiples maneras a la sociedad cubana actual y futura. El estudio e interpretación de este proceso tiene tantas posibilidades como modos existen de conocer, comprender, valorar e interpretar la realidad. Es un amplio campo del conocimiento abordado indistintamente por diversas disciplinas, desde la interpretación histórica basada en fuentes múltiples, la arqueología y sus diversas evidencias materiales, hasta la visión antropológica que identifica testimonios significativos y aportan vivencias personales y colectivas atesoradas en la memoria. Todas ellas han estado apoyadas en diversos métodos de investigación que en ocasiones se complementan y en otras se contradicen.
Una de estas fuentes son las imágenes, el testimonio visual y su estudio. En este sentido, la iconografía1 se ha desarrollado como una disciplina compleja que por un lado incorpora la valoración estética propia de la historia del arte y sus campos afines, y por otro, se adentra en la capacidad de la propia imagen para transmitir información útil, explícita o implícita, que nos permite reconstruir (cual inmenso rompecabezas) un gran espectro de actividades basadas en el trabajo de los esclavos africanos y su amplia descendencia criolla y luego cubana. La paciente búsqueda, análisis e interpretación iconográfica también hace posible trazar la Ruta del Esclavo en Cuba y su indeleble huella en nuestra cultura.
1 Aún se discute, con cierta retrospectiva bizantina, si la iconología se ocupa de los aspectos «teóricos» y la iconografía de los «descriptivos», en su ortodoxa acepción semántica. Sin embargo, el propio desarrollo de las ciencias ha demostrado sobremanera que, sin determinada concepción teórica congruente, cualquier proceso empírico de estudio queda limitado en su desarrollo y no contribuye al caudal general del conocimiento científico. Véase Jesús María González de Zárate: Método iconográfico, 1991 y sus referencias.
El presente estudio se propone los siguientes objetivos:
De este modo, nos proponemos colaborar con el desarrollo de uno de los contenidos de las actividades prioritarias derivadas de la Segunda Reunión del Comité Científico Internacional del proyecto La Ruta del Esclavo,2 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por us siglas en inglés), que señala la «Creación de un fondo documental relativo a la historia, la iconografía y la documentación visual (fotografía, video, cine y nuevas tecnologías)»,3lo que forma parte de las actividades del Comité Cubano de la Ruta del Esclavo.
2 Esta reunión de la UNESCO fue realizada en la ciudad de Matanzas, Cuba, del 4 al 6 de diciembre de 1995.
3 Informe final de la referida reunión, p. 4.
Para desarrollar el tema partimos de las siguientes consideraciones de trabajo:
Como la abundante información iconográfica a la que se tuvo acceso es muy variada y sumamente dispersa, le hemos dado un orden clasificatorio de acuerdo con los tópicos esenciales, determinados tras el proceso inicial de compilación y según su significación testimonial. Esta ha sido la vía para elaborar un catálogo agrupado según:
Las obras agrupadas en cada uno de los indicadores se ordenan alfabéticamente por autores identificados o anónimos. De ellas, ilustraremos con las más significativas. De acuerdo con los objetivos señalados, en cada entrada se brinda la clasificación, el autor o autores, el título de la obra, la(s) técnica(s) aplicada(s), la fecha de realización o su aproximación temporal, el tema abordado, la medida en centímetros (alto por ancho), una breve descripción iconográfica, y la(s) fuente(s) en que se encuentra, lo que permite significar, conjuntamente, su utilización como ilustración de diversos trabajos o su publicación por primera vez.
Todas las imágenes han sido digitalizadas mediante scanner de mesa a color, con un mínimo de 300 dpi o más, según el caso,4 y luego tratadas con el programa Adobe Photoshop, versión 8.0 (en español). Posteriormente se realizó una abundante selección de las más representativas para incluirlas en la presente obra.
4 Las imágenes muy pequeñas requirieron un procesamiento digital diferente para garantizar su calidad de reproducción.
Las fuentes para el presente estudio iconográfico sobre los africanos y sus descendientes, existentes en Cuba, son múltiples y se encuentran profusamente dispersas. Este hecho, además de complicar en gran medida el proceso de investigación, representa un verdadero desafío para la localización, catalogación y estudio, si se pretende sistematizar el conocimiento de una información visual que abarca desde obras primorosamente realizadas por artistas consagrados, hasta apuntes del natural elaborados durante un breve paso de su autor por la Isla; colecciones con acceso limitado a las referencias catalográficas y sin posibilidades para la digitalización de imágenes; fotografías muy deterioradas físicamente y que ha sido imprescindible tratarlas mediante programas de computación al efecto, ya que poseen un valor testimonial único.
Hemos subdividido las fuentes en primarias y secundarias, ambas con su significación y alcance particulares.
Estas fuentes están compuestas por las imágenes propiamente dichas. Entre las primeras tenemos varias colecciones de interés básico que a su vez podemos clasificar en:
5 Junto con la revisión de los cuatro volúmenes encuadernados que se encuentran en la Colección Cubana de la Biblioteca Nacional José Martí, incluyo la colección de la doctora María Teresa Linares.
La gama es también muy amplia y poseen gran importancia. De manera operativa, estas fuentes podemos subdividirlas en:
La significación de estas fuentes permite contrastar diferentes valoraciones artísticas, etnológicas e históricas sobre el empleo ilustrativo de las imágenes, y paralelamente identificar obras cuyos originales se encuentran en colecciones particulares y dentro o fuera del territorio nacional.