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MANUAL
PARA CEREMONIAS
RELIGIOSAS

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KITTIM SILVA

Editorial CLIE

C/ Ferrocarril, 8

08232 VILADECAVALLS

(Barcelona) ESPAÑA

Email: clie@clie.es

Internet: http://www.clie.es

MANUAL PARA CEREMONIAS RELIGIOSAS

© 1992 Kittin Silva

Todos los derechos reservados

ISBN: 978-84-8267-525-1

eISBN: 978-84-8267-623-4

Clasifíquese:

380 BOSQUEJOS:

Ceremonias religiosas

CTC: 01-04-0380-02

Índice

PRÓLOGO

  1.Ceremonia de compromiso

  2.Ceremonia de compromiso

  3.Ceremonia de compromiso

  4.Ceremonia de matrimonio

  5.Ceremonia para renovación de votos matrimoniales

  6.Ceremonia para dedicación de niños

  7.Ceremonia para señoritas

  8.Ceremonia para bautismo en agua

  9.Ceremonia para la Santa Cena

10.Ceremonia para recepción de nuevos miembros

11.Ceremonia para oficiar un funeral

12.Ceremonia para dedicación de un hogar

13.Ceremonia para dedicación de templos

14.Ceremonia para instalar pastores

15.Ceremonia para ordenación de ancianos

16.Ceremonia para ordenación de diáconos

17.Ceremonia para ordenación de ministros

18.Ceremonia para ordenación de un obispo

19.Ceremonia para ordenación de evangelistas

20.Ceremonia para ordenación de misioneros

21.Ceremonia para ordenación de ministerios especiales

22.Ceremonia para promoción de obreros

23.Ceremonia para instalar una Junta de Directores

24.Ceremonia para entrega de diplomas

25.Ceremonia para colocar la piedra angular

26.Ceremonia para quema de escrituras

27.Ceremonia para afiliación de iglesias

28.Ceremonia para instalar a un presbítero

29.Ceremonia para lavado de pies

A Jesús de Nazar et,

el Divino Arquitecto de mi vida,

le dedico este manual

para gloria y honra de su nombre.

Prólogo

La idea de un Manual de Ceremonias Religiosas, estuvo gestada en mi mente por muchos años. Yo, al igual que otros ministros, siempre me encontraba con el problema de improvisar ciertas ceremonias que, en los manuales en uso, no aparecían. Otras ceremonias eran tan superficiales que era necesario improvisar muchas partes para darle a las mismas mayor formalidad.

En el presente Manual considero las ceremonias tradicionales (matrimonio, dedicación de niños, Santa Cena, recepción de miembros); pero también presento innovación en ceremonias que han llegado a formar parte del formalismo religioso (votos de renovación matrimonial, ordenación de ministros, instalación de pastores, ordenación de diáconos, dedicación de hogares…).

Respeto las tradiciones de la iglesia evangélica, por tanto, no busco cambiar aquellas que no son necesarias; pero sí que busco que se formalicen. Con este trabajo literario, espero poder contribuir en algo, aunque mi esfuerzo sea pequeño.

Lo ceremonial siempre ha sido uno de los vestidos religiosos. Una ceremonia bien hecha es causa de admiración y recordada por los participantes con el paso de los años. A todos nos gustan las cosas bien hechas. En el otro extremo, una ceremonia mal improvisada da que hablar, y le resta capacidad al ministro oficiante.

Dios es amante de lo formal y de lo ceremonial. Esto se echa de ver en el tabernáculo y en el sacerdocio levítico. En la visión del trono celestial, Juan el apocalipta vio al Cordero rodeado de formalidad (Apocalipsis 5 y 6).

Cuando las cosas se hacen bien para Dios, invitan a la adoración y a la reverencia. Por eso el ministro se esforzará en agradar a Dios en todo.

Este Manual será una herramienta en el quehacer pastoral. Espero que sea bien recibido por todos mis colegas ministeriales.

No podría terminar este prólogo sin hacer una mención al Rev. Manuel Vélez, Jr., mi pastor asistente, quien me dio el «empujón» para que este Manual saliera a la luz. Él, al igual que mi esposa Rosa, ambos pastores asistentes, me ayudan en muchas de las ceremonias religiosas. No sólo leyó el trabajo, sino que también me dio algunas sugerencias para el mismo.

También expreso mis gracias al Concilio Internacional de Iglesias Pentecostales de Jesucristo, por darme permiso para usar su logo oficial en la cubierta de esta obra.

Finalmente, este Manual ha nacido de la propia experiencia del autor, que ha puesto en práctica los principios aquí presentados.

REV. KITTIM SILVA
26 de febrero de 1992
Brooklyn, New York

1

Ceremonia de compromiso

[El ministro debe haberle dado ya una consejería preliminar a la pareja que desea comprometerse formalmente.]

[Ambos pasarán al altar, si no es una ceremonia formal con marcha, acompañados de sus respectivos padres o encargados.]

Ministro: Amigos, hermanos y familiares que estamos hoy aquí reunidos para ser testigos de este acto público de compromiso entre nombre de él y nombre de ella; quienes, de mutuo acuerdo y conforme a la voluntad de Dios, han decidido dar este paso cristiano.
En el libro del Génesis leemos que Abraham, viejo y entrado en años, se preocupó por el futuro matrimonio de su hijo Isaac y, llamando al siervo de su confianza, le dijo: «… no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac» (Génesis 24:3, 4, RVR-77). Luego de cumplir el criado con esa tan difícil selección, que enmarcaba la voluntad de Dios para Isaac y la bella Rebeca, leemos: «Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello… Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre» (Génesis 24:64, 67, RVR-77).

[El ministro ahora hará oración en favor de la pareja que se comprometerá.]

Ministro: Dios eterno, creador de todo lo existente; autor de todas las cosas buenas; te ha placido en tu buena voluntad el dirigir a nombre de él y nombre de ella para que se comprometan y se conozcan el uno al otro, como preámbulo a la consumación del voto matrimonial. Te rogamos en esta hora inolvidable que bendigas a estos comprometidos. Amén.

[El ministro se dirigirá a ellos y les encomiará por la sabia decisión de haber hecho un yugo en conformidad con la voluntad de Dios. Aquí pudiera ampliar algo sobre las palabras paulinas: «No os unáis en yugo desigual con los incrédulos» (2 Corintios 6:14, RVR-77).]

Ministro: Ustedes, después de haberse conocido el uno al otro por algún tiempo, y por voluntad propia han decidido formalizar sus relaciones. Por lo tanto, dan este paso serio del compromiso cristiano. Como ministro del Señor Jesucristo les aconsejo que cumplan sus palabras el uno al otro.

[El ministro en este momento se dirigirá a él.]

Ministro: Nombre de él, ya que has decidido dar este paso del compromiso, te encargo que seas fiel a Dios, fiel a tu iglesia y fiel a tu prometida.

[El prometido repetirá las palabras del ministro.]

Prometido: Nombre de ella, en presencia de todos los aquí presentes y ante este ministro como representante de Dios, yo, nombre de él, te pido que aceptes comprometerte conmigo. ¿Me aceptas como tu prometido?

[Ella contestará: «Sí, te acepto.»]

[El ministro en este momento se dirigirá a ella.]

Ministro: Nombre de ella, ya que has decidido dar este paso serio del compromiso, te encargo que seas fiel a Dios, fiel a tu iglesia y fiel a tu prometido.

[Ella repetirá las palabras del ministro.]

Prometida: Nombre de él, en presencia de todos los presentes, y de este ministro como representante de Dios, yo, nombre de ella, acepto ser tu prometida y que Dios nos ayude.

[El ministro le pedirá a él que, poniéndole el anillo de compromiso, le diga…]

Prometido: Nombre de ella, aquí te pongo este anillo sobre tu dedo anular como símbolo de la palabra que en esta hora te empeño de que un día llegarás a ser mi esposa.

Prometida: ¡Que Dios nos ayude!

[El ministro, dirigiéndose a los presentes, les invitará a inclinar sus cabezas, mientras él hace oración.]

Ministro: Señor Jesucristo, en esta hora te rogamos que bendigas a esta pareja. Ayúdalos a cumplir con este voto de compromiso cristiano, hasta ese día que serán unidos en santo matrimonio. Amén.

¡Que Dios los ayude a cumplir con sus palabras!

[El ministro concluirá con una bendición pastoral.]

Ministro: «La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén» (Efesios 6:24; RVR-77).

2

Ceremonia de compromiso

(La siguiente ceremonia llegó a mis manos anónimamente, dada a mí por algún pastor que, al no ponerle su nombre, desconozco su autor.)

[El ministro, dirigiéndose a los presentes, dirá las palabras que siguen…]

Ministro: Presentes estas dos personas, han venido a comprometerse en esta santa relación. Aquellos que entran en este compromiso deben mutuamente amarse y deben poseer una afinidad tal que les conduzca a ayudarse mutuamente en sus actividades y en sus ideales. Dios ama y desea nuestra mayor felicidad. Dios quiere participar en la selección de la persona amada.Él quiere ayudarnos y dirigirnos cuando nos preparamos para la constitución de un hogar feliz. Dios quiere que nos tornemos a Él pidiéndole auxilio y ayuda en todo paso que demos.

[El ministro invitará a los presentes a inclinar sus cabezas y él hará la siguiente oración…]

Ministro: Amantísimo Padre Celestial, tu presencia asegura la felicidad de toda condición humana de vida, y tu favor endulza toda relación. Por la seguridad de tu presencia y favor hacia estos tus siervos, que vienen a unirse en compromiso cristiano, te damos gracias. Así como Tú les has unido providencialmente, santifícalos por tu Espíritu, dándoles una nueva comprensión al uno para el otro, mientras entran en esta nueva y seria relación, y concédeles, en esta hora de su compromiso de amor, y a través de sus vidas, tu divina guianza, por el mismo Señor Jesucristo, nuestro bendito Salvador. Amén.

[El ministro se dirigirá a los novios, diciendo…]

Ministro: Si la intención de ustedes dos es comprometerse como novios, pueden manifestarlo estrechando sus manos derechas.

[Ahora el ministro se dirigirá al novio…]

Ministro: Nombre de él completo, ¿tomas a esta doncella, cuya mano tienes en la tuya para ser tu prometida hasta el día que sea tu esposa legítima? ¿Prometes solemnemente, ante Dios y estos testigos, que desearás lo que hay de mejor para ella y la admirarás por sus cualidades físicas, mentales y espirituales, por sus talentos y sus habilidades, por su familia y por sus amigos?

Novio: Sí, lo prometo.

[Ahora el ministro se dirigirá a la novia…]

Ministro: Nombre de ella completo, ¿tomas a este varón, cuya mano tienes en la tuya para ser tu prometido hasta el día que sea tu esposo legítimo? ¿Prometes solemnemente, ante Dios y estos testigos, que desearás lo que hay de mejor para él y lo admirarás por sus cualidades físicas, mentales y espirituales, por sus talentos y sus habilidades, por su familia y por sus amigos?

Novia: Sí, lo prometo.

[El ministro se dirigirá a ambos…]

Ministro: ¿Se ayudarán en el desenvolvimiento cristiano, en sus experiencias, pruebas y alegrías? ¿Y contribuirán para la estabilidad, la seguridad y permanencia de esta relación y juntos se ayudarán para vencer las tentaciones y para convertir las dificultades en oportunidades de bendición para el crecimiento espiritual?

Ambos: Sí, lo prometemos.

[El ministro en estos momentos se dirigirá a los padres de ambos novios…]

Ministro: ¿Están ustedes de acuerdo y aprueban esta relación según ha sido estipulada en este solemne compromiso cristiano?

Padres: Sí, lo aprobamos.

Ministro: ¿Tenéis alguna prenda para sellar los votos contraídos entre ambos?

Novio: Como promesa, y de acuerdo con los votos hechos entre ambos, por medio de este anillo me comprometo contigo, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

[El ministro ahora invitará a todos los presentes para que repitan con él El Padrenuestro …]

Todos: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén» (Mateo 6:9-13, RVR-77).

Ministro: Envía, oh Dios, tus bendiciones sobre estos tus siervos, sobre este varón y esta doncella, a quienes bendecimos en tu nombre. Que siempre puedan estar en paz y amor perfecto y vivir según tus santas leyes. Por Jesucristo, nuestro bendito Salvador. Amén.

3

Ceremonia de compromiso

(Esta ceremonia ha sido escrita y empleada por el Reverendo Agustín Quiles, hijo, pastor y líder conciliar. Con su debido permiso, la ponemos al servicio del ministerio.)

[El ministro, dirigiéndose a los presentes, dirá las palabras siguientes…]

Ministro: Queridos hermanos, familiares y amigos; nos hemos reunido aquí ante la presencia de Dios y de estos padres como testigos, para solemnizar y confirmar en el nombre del Todopoderoso, el compromiso cristiano entre nombre completo de él y nombre completo de ella.
El compromiso entre dos jóvenes que se aman, es tan sagrado e importante como el matrimonio mismo, pues es tipo del voto que el pueblo de Dios hace con Cristo de separarse y guardarse santa y puramente hasta ese día glorioso de las bodas del Cordero, cuando Él la tome como esposa.
En Isaías 62:5 dice la Sagrada Escritura: «Pues como un joven se desposa con una virgen, se desposarán contigo tus hijos…» (RVR-77).
En Oseas 2:19, 20 leemos: «Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en rectitud, justicia, amabilidad y compasión. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová» (RVR-77).
En Efesios 5:25, 26 leemos: «… Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado con el lavamiento del agua por la palabra» (RVR-77). Por lo tanto yo, como ministro de Dios y con los líderes de esta congregación, aceptamos y aprobamos el compromiso entre estos jóvenes creyentes, que viven y practican la sana y santa doctrina.
En 2 Corintios 6:14, 15 dice la Sagrada Escritura: «No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué asociación tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué armonía Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?» (RVR-77).